No
es nada nuevo que las tics están a la orden del día, no hay persona que no haya
utilizado en algún momento alguna, incluso los de mayor edad que viven en
pueblos pequeños y no poseen instrumentos para ello, ha llegado su hijo, nieto
o vecino y le ha enseñado una foto en el móvil, un vídeo o incluso han
participado en una videollamada.
Personalmente
aún me sorprende encontrarme a adultos que reniegan de ellas y piensan que no
sirven para nada y que era mejor cuando no existían. Pero más sorprendente es
que ni siquiera todos los docentes lleguen a ver las múltiples oportunidades
que estas nos dan.
Hoy
en día cualquier docente se cree que con hacer un PowerPoint y proyectarlo ya
está utilizando las tics y explotándolas al máximo, cuando con ello solo pierde
el tiempo y hace perderlo a sus alumnos. Sin contar que la mayoría están mal
hechos, sin ninguna finura ni ningún cuidad, simplemente copian y pegan el
texto del libro al PowerPoint, mientras a sus alumnos les dicen que no deben
copiar los trabajos, los tienen que escribir con sus palabras.
Llegados
a este punto me parece interesante que reflexionemos sobre que se les queda a
los alumnos de todo esto, pues bien, teniendo la oportunidad de preguntar a
alumnos de infantil y primaria fui a ello y las respuestas realmente asombran.
En
educación infantil la mayoría me dijo que era divertido cuando su maestra ponía
juegos en la pizarra digital y que les gustaría poder aprender más cosas con
este medio, pero una minoría me dijo que no, que preferían hacer fichas, los
juegos de mates que hacen con los cubos en la alfombra y dejar las tecnologías
para divertirse de verdad. La existencia de estas respuestas me llevo a pensar
que mi pregunta había condicionado a la mayoría pensando que responder lo contrario
estaría mal por lo que pregunte a la maestra y me dijo que si les da a elegir
entre pizarra o los cubos en la alfombra todos, menos uno, prefieren alfombra.
En
primaria pude preguntar a dos cursos, en 2º me dijeron que el ordenador ayudaba
en el aula porque el profesor tenía ahí los libros para verlos y que con eso
era suficiente, que no hacía falta utilizarlo para más, al insistir yo me
dijeron que bueno, que en el ordenador no se escribe tanto como en el cuaderno,
que por eso también era mejor.
En
5º hablaron de su gran utilidad para buscar cosas para los trabajos pero que no
servían para aprender. Propuse utilizarlo más en clase y me dijeron que estaban
de acuerdo para poder hacer los trabajos en clase y no tener que perder tiempo
en casa para ello.
Con
esta información llegué a una conclusión y es que se está enseñando a los
alumnos que las tics son aburridas, que no aportan nada nuevo a la educación
que no se pueda hacer en el cuaderno, solo tienen utilidad para el ocio y al
final se les cierra un increíble abanico de posibilidades divertidas para que
aprendan.